Los miembros del equipo Insaciables MTB estaban un poco aletargados debido a los efectos de la pandemia del Covid-19, lo cual incitó uno de los integrantes a decir que el equipo Insaciables había fallecido (un Insaciable que vive fuera de la ciudad y que se cambió del Glorioso Licey para las Aquilas).
Esta frase, generó mucho disgusto a lo interno del equipo y como el Ave Fénix el equipo resurgió de sus cenizas con más poder y brillo que nunca. De esta forma se convoca para un “paseo light” al balneario del río Jima en Bonao, donde se coordinó la estadía y al final del paseo, compartir “un rico cocináo”, preparado en la orilla del río.
La idea tomó forma y fue aceptada por la gran mayoría de los Insaciables. quienes realizaron un aporte económico de RD$500 para la comida. Entre los insaciables que participaron se encuentran: Odalís Cedeño, Francis García y su esposa Clara, Luis Rivas e invitado, Obispo Reyes, Ulises Troche e invitado, Manuel Peralta, Juan Carlos de la Cruz, Ronald y Franklin Quezada. También participaron el Chef y Guía MTB Raúl Esteban Fabián y su esposa Janet, quienes se encargaron de guiar al grupo por los trillos del río Jima de Bonao y de “atender el cocinao” respectivamente.
La logística fue la siguiente: Salida de la capital a las 6:30 a.m., punto de reunión a las 8:00 a.m. en Jacaranda, salida al balneario a las 8:20 a.m., llegada al Balneario del río Jima a las 8.30 a.m.
Una vez en el estacionamiento los miembros del equipo insaciables procedieron a desmontar las bicicletas y a preparar sus aditamentos deportivos, así como el ajuste de las bicis, también se les brindó un refrigerio de masitas y guineos para evitar las famosas pájaras.
A las 8:50 a.m. se reunió a todo el grupo para la sesión oficial de fotografías del equipo Insaciables. Después el señor Raúl Fabián explicó el recorrido de la ruta y el grado de dificultad, luego la señora Janet de Fabián tomó la palabra para realizar la oración de protección por la seguridad y logro de las metas del paseo, a Dios nuestro Señor.
La ruta se inició por toda la vereda del río, la cual resultó ser divertida a pesar de las rocas, raíces y obstáculos, el grupo llevaba una gran alegría. Obispo Reyes fue la energía viva con sus ocurrencias y gritos de guinea.
El paseo duró alrededor de 3 horas y 30 minutos. Pasamos por cañadas, repechos cómodos y una subida bastante fuerte, donde los más fuertes como Odalís y Obispo, ayudaban a subir a los más rezagados. Se mantuvo el equipo como un solo compañero unido, no hubo rotura de piezas mecánicas ni pinches, en el camino nos paramos un rato en un colmado a consumir agua y cervezas.
A la 1:00 p.m. regresamos al río, done todavía se estaba cocinando una paella criolla de chicharrones, fue una hora de espera con música, cuentos, risas, río, agua, fotos, chistes, alegrías, bebidas espirituosas que alegraron el momento y hasta una rifa.
La paella criolla de chicharrones fue sabrosa y abundante, todos se sirvieron hasta dos veces.
Hasta la próxima aventura insaciable!
Insaciables MTB 
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